Taxonomía
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Subclase: Alismatidae
Orden: Alismatales
Familia: Aponogetonaceae
Género: Aponogeton
Especie: A. madagascariensis
Nombre binomial: Aponogeton
madagascariensis
Descripción de Aponogeton
Madagascariensis
Es una planta herbácea, de
crecimiento perenne, el tamaño de las hojas es variable, una hoja de la planta
bien nutrida y desarrollada puede llegar a medir unos 70-80 cm y unos 15 de
grueso. El grueso es variable, en algunos tipos la hoja es más ovalada, en
otras más redondeadas.
Forma:
Se trata de un grupo de plantas
muy primitivas que agrupa distintas subespecies o variantes, cuya
característica común más llamativa de esta planta es la trama “enrejada” de sus
hojas. Estas sub-especies, se diferencian en colorido, el ancho y largo de la
hoja. Es una planta de gran tamaño, por lo cual requieren de recipientes
espaciosos para desarrollarse, ocupando una ubicación más bien posterior en el
acuario.
Forma de propagación:
La propagación se lleva a cabo
por las semillas, por bulbos y tubérculos hija.
Una vez adquirida en forma de
bulbo, éste debe dejarse sobre el sustrato SIN ENTERRAR, idealmente en un lugar
que reciba bastante luz. La planta comenzará a brotar y enraizar, enterrándose
sola sin ayuda, al poco tiempo se notará el bulbo prácticamente enterrado por
completo en la medida que la planta sigue desarrollándose.
Si se adquiere sin bulbo, o sea,
se propaga en forma de tubérculos hija, se cortan las raíces en exceso y se
planta como cualquier otra planta, el crecimiento puede ser algo más lento pero
en un ambiente con buenas condiciones generará su propio bulbo sin problemas.
Reproducción:
Si la especie se desarrolla en
buenas condiciones, suele llegar un momento en que florece. Se trata de una
flor muy bella, color lila y que se bifurca. Suelen aparecer con días de
diferencia entre una y otra vara.
Puede lograrse la
autopolinización entre flores de una misma planta, o también la polinización
cruzada con otros aponogeton con la consecuente obtención de híbridos.
De las flores se desarrollan
numerosas semillas que darán origen a individuos completos. También de un mismo
bulbo pueden desarrollarse nuevos individuos de manera espontánea (debido al
tejido meristemático indiferenciado que éste posee); para ser separados puede usarse
un bisturí, cuidando no dañar el tejido del bulbo ni las raicillas.
Abono:
No necesita una fertilización
especial. Se sugieren que los Micro y macro nutrientes deben estar presentes en
forma suficiente. La planta es particularmente sensible a la falta de hierro,
así que si se observa clorosis, es necesario aplicarle hierro, en dosis de
acuerdo a las indicaciones de la etiqueta del producto comercial adquirido.
Poda:
Realizar poda de formación,
cortar ramas u hojas secundarias laterales en el caso que se desee un
crecimiento alargado y dejar algunas para provocar el esparcimiento lateral. Si
se observa un crecimiento muy espeso de su follaje, se recomienda la poda de
formación, inicialmente no verá muchas hojas porque la especie crece con
mediana lentitud.
Necesidades lumínicas o Iluminación:
Se dice de ellas a veces que son
plantas de poca luz. Se han reportado experiencia de proporcionar luz en el
rango de 3 a 5 watts por galón, dicha iluminación logra mantenerlas en
excelente estado de salud y coherente con ello, se puede aplicar inyección de
CO2.
Necesidades de mantenimiento:
Lo más simple es respetar sus ciclos
en el mismo acuario, realizando una poda masiva de hojas cuando el individuo
alcance un gran desarrollo (generalmente posterior a la inflorescencia) y el
crecimiento se aprecie lento. Al dejar unas pocas hojas, comenzará un nuevo
ciclo, generándose nuevas hojas.
Enfermedades:
Clorosis
Cuando la planta muestra cambios
de colores, de purpura a amarillentas y palidez, indica deficiencia de
iluminación, mal ingestión celular del CO2 y carencia de nutrientes,
principalmente de nitrógeno y hierro (Fe).
Necrosis
Cuando la planta está en estado
crítico presenta marchitez o pudriciones, en las hojas desde su ápice, este se
inclina hacia abajo y con una curva cóncava hacia abajo en el medio de toda la
hoja, en estos estados, la planta es difícil de manejarla, se recomienda
eliminar hojas marchitas y hacer podas de saneamiento, dejar solo los botes
sanos, de color verdosos y las hojas sanas, mejorar la iluminación y hacer
filtrado del agua, aplicar NPK.
Si el bulbo sufre alguna herida o
zona de pudrición, puede cortarse con cuidado respetando lo sano, y cicatrizara
y seguirá creciendo si la planta capta energía en un acuario sano.
Parámetros:
Temperatura:
15 – 25 ºC
pH:
5.5 – 8.0, de blando a duro,
soportan acumulación de sales minerales pero moderadamente.
gH:
6-13, aguas blandas.
Condiciones del agua:
La planta se desarrolla mejor en
acuarios grandes con alto flujo, sustrato rico, y con frecuencia los cambios de
agua. Cualquier suciedad o algas taparán rápidamente las intrincadas hojas y
hacer que se deteriore rápidamente.
Tipo de sustrato:
Muy recomendable grava media
–baja con un sustrato equilibrado rico en nutrientes y también nos agradecerá
algo de CO2. Todas las variedades de A. madagascariensis, prefieren
establecerse en un sustrato pobre en materia orgánica, ya que la MO hace más
compacto el sitio de plantación y la especie necesita aeraciones en el suelo
con buena filtración del agua.
Zona del acuario:
El A. madagascariensis debe ser
plantado en el fondo, atrás o lados traseros.
Dificultad del manejo:
La dificultad para el
mantenimiento de esta planta de agua en un acuario se especifica como difícil.
En la literatura se describe como planta de rejilla, es una planta que requiere
una fase de reposo en la que todas las hojas mueren. En esta etapa, sin
embargo, el tubérculo no debe secarse. Parcialmente impulsa la planta
nuevamente después de tal período de calma.
Esta especie puede producir
nuevas hojas durante años sin respiro, si la planta no está recibiendo
suficientes nutrientes y CO2, y sigue produciendo nuevas hojas sanas, es porque
hace uso de sus reservas de nutrientes en el tubérculo.